lunes, 29 de abril de 2013

Carta al amor eterno



A Carlos Javier Tarazona Bello, mi amado y admirado esposo.
Carta a mi Amor Eterno
Hola guapo amor de mi existencia. Esta carta es una declaración de amor. Es la declaración de amor  al hombre que ha desbaratado mi torre y la ha vuelto a construir. Tú... y que además de ser un gran constructor, es el mejor decorador. El único que va decorando cada rincón de mi alma justo con los colores que me encantan y el mobiliario que me fascina. ¡Y ni hablar del jardín! eso, no tiene superación. Cuando veo por mis enormes ventanas del alma hacia ese jardín que has sembrado junto a mi y que cuidas con tanta dedicación, esmero y amor, como retoña, crece y se va expandiendo con cada una de sus vivencias, me hace suspirar solo de recordarte en medio de mis ruidosas tardes y al recordarte, el café de las 4:00 tiene el sabor que me deleita.
Así es como te amo. Tú, eres esa fantástica casa, de enormes paredes de ventana atravesadas por el sol, ese sofá de cuero blanco en el que me siento todas las tardes con mi café, a soñar el futuro, mientras veo a nuestras florecillas crecer y jugar en la piscina, mientras les baña el sol y las bendiciones de la Gracia de Dios. Eres, esa casa donde me he sentado todos, todos mis sueños, antiguos y nuevos, solo que ya no hay cuarto oscuro, todos los espacios están despejados, bañados de sueños coloridos, ilusiones claras, de presente delicioso, de esos presentes que te aguan la boca. Todos los espacios están decorados con lienzos blancos que se van llenando de color a medida que vivimos cada palabra de amor que nos decimos y las que escribimos en esos mensajes mañaneros que inspiran cada día el anhelo de reencontrarnos en nuestros brazos cada noche, auque no llegues ese día; llenos de hermosos troncos y piedras  que se van esculpiendo detalladamente cada paso que damos hacia el futuro en que nos vemos envejecer juntos hasta que nuestros tiempos nos permitan reencontrarnos junto a Dios, una vez más, para agradecerle con miles de besos, que nos halla permitido pintar y esculpir juntos la felicidad.
Esta, amado mío, es la declaración de amor eterno que le hace una esposa enamorada a un esposo amado. Eso pasa a una sola persona en toda la vida. Y sabes que esa persona eres Tú. Te amo, no existe en ningún lugar, ni lenguaje, ni otra frase más poderosa, ni más completa, ni regalo más grande en ninguna existencia. Creo en el amor, así como creo en Dios; si me preguntan por éxito y riquezas, esa es mi mayor riqueza y mi plenitud a tu lado mi mayor éxito, ambas cosas me hacen grande, me hacen eterna, todo lo puedo si estas conmigo. Te amo, mi vida.
Vida de mi vida y corazón de mi corazón, hoy te quiero decir en estas líneas, que mi copa es tuya y no importa si quieres dejarla entera o partirla, es solo tuya y si en algún momento del tiempo inclemente no estás, sigue siendo tuya; es solo tu vino el capaz de llenarla y saciar mi sed, es solo tu agua la capaz de bañar mi alma y dejarla pegada a las estrellas para volar en ellas cada vez que te recuerdo dentro del barullo, el ruido y el silencio. Solo tu voz es capaz de arrullar mis anhelos y hacerlos libres, pues estoy presa si no estás en mi vida y más libre que nunca desde que te vi aquella tarde y te conocí y te di la mano para toda la eternidad. Hasta otras vidas, hasta el reencuentro de sueños hechos verdad en otras eternidades del universo, porque juntos somos de otro mundo y no existe otro lugar del que quiera ser, no existe otro lugar donde quiera vivir la felicidad, sino aquí, hoy y todos los días de mi mañana.  
Gracias, por regalarte a mi vida todos los días, amado esposo de mis sueños más alegres y mi presente perfecto.
Tu esposa enamorada, tu estrella en el firmamento. Tu rubia espectacular. Tu suspiro de La asunción.
Angfany de Tarazona, yo.

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